Las inundaciones de Tucumán se convirtieron en el primer desafío de gestión del Plan Norte Grande, el reemplazo del Plan Belgrano que fue un emblema de ineficacia durante el gobierno de Mauricio Macri.

La provincia que gobierna Juan Manzur padeció en el último mes dos fuertes lluvias que complicaron los accesos, produjeron cortes de luz y dejaron imágenes de ciudadanos sacando muebles a la calle. La primera tormenta sucedió dos semanas atrás y afectó principalmente al noreste de la provincia, en el límite con Salta. El último temporal fue este lunes y afectó centralmente a la capital tucumana.

En el ministerio de Obras Públicas explicaron a LPO que en ninguna de las dos hubo que evacuar gente. En Vialidad Nacional informaron que hubo restricción para camiones en la ruta nacional 9, a la altura del kilómetro 1231 y que en la ruta 157 se registró agua sobre la calzada.

Sin embargo, sí se vieron afectados los caminos productivos que no son de asfalto. Si bien son caminos de jurisdicción tucumana, en la reconstrucción de ese camino trabajarán dos funcionarios nacionales, que casualmente son de Tucumán.

Ellos son Sisto Terán y Marcelo Caponio, número uno y dos del Plan Norte Grande, el sucesor del Plan Belgrano. El Plan Norte Grande es una unidad ejecutora que existía desde antes del Plan Belgrano. De hecho los créditos multilaterales que se habían cerrado durante la existencia del Plan Belgrano se encuadraban bajo los "Programas de infraestructura del Norte Grande".

En diciembre de 2015 Macri designó en esa área a otro tucumano, el radical José Cano, y le cambió el nombre por Plan Belgrano en una movida de fuerte difusión que nunca se anotó un éxito. Cano había sido rival de Manzur en las elecciones a gobernador de 2015 y se vengó del peronista desde su cargo en el que postergó las obras para esa provincia.

Ahora Terán y Caponio, colaboradores de Manzur, tienen el primer desafío de torcer esa historia con las inundaciones.